SANTIAGO. El abogado Ramón Antonio (Negro) Veras dijo ayer que bajo el ordenamiento en el cual vive la República Dominicana se hace difícil que personas decentes reclamen justicia. Veras señaló que a 70 meses de haber ocurrido un atentado contra su hijo Jordi, ha entendido que vive en un país con instituciones infuncionales donde “la mercancía del dinero lo corrompe todo” y la corrupción arropa la sociedad. Negro Veras señaló que continuará buscando justicia a pesar que su “calvario” que inició el 2 de junio del 2010 seguirá siendo el mismo y que no vislumbra cambio alguno.
“Saber el país donde vivo y tener una noción más o menos clara donde estoy encuadrado social y políticamente, me ha permitido sobrellevar sin desesperación la tentativa de asesinato de que fue víctima mi hijo Jordi el 2 de junio de 2010”, apuntó Veras.
Sin embargo, el jurista aclaró que actuar conforme a las circunstancias no es signo de claudicación, sino un proceder contextualizado, enmarcado en el mundo social real.
“Si desconocemos el marco donde llevamos a cabo nuestras actividades, estamos expuestos a ser incoherentes, imprecisos, equívocos, realizar actuaciones propias de personas enigmáticas. Aquel que está debidamente ambientado difícilmente da pasos en falso, no se mueve metiendo la pata, no anda de tropiezos en tropiezos”, apunta Veras.
Llamó a la sociedad a no llevarse de las emociones ni de turbaciones ante hechos criminales como la modalidad del sicariato de que fue víctima su hijo Jordi Veras hace casi seis años.
“La maraña, el embrollo, el ovillo que rodea la modalidad criminal del sicariato, requiere ser racional, actuar con calma, no alterarse, ni hacerse un nudo en la garganta”, precisa el abogado Ramón Antonio (Negro) Veras.
Jordi Veras perdió la vista de uno de sus ojos cuando el 2 junio del 2010, sicarios lo agredieron a tiros al momento en que ingresaba a las instalaciones del canal 25 de esta ciudad.
Por el hecho, hace dos años fueron condenados el recluso Adriano Román a 20 años, junto a Franklin Reynoso, Arturo del Castillo, Roberto Zabala, Engel Carela Castro. Tambien fue condenado a 30 años Candy Caminero Rodríguez quien hizo el disparo y Francisco Carela a 10, quienes apelaron la decisión.