Muchos enganchados en la política piensan que por el simple hecho de tener dinero para pagar adeptos que se presten a seguirlos en el circo que se monta aquí cada cuatro años ya es un líder. Esta es una palabra muy grande y más para aquellos que ni remotamente entienden el significado.
El diccionario define al líder, como una persona que actúa sirviendo de guía y orientador en un grupo, logrando así convertirlos en equipo.
Para que una persona ejerza su liderazgo y sea efectivo, el resto de los integrantes debe reconocer sus capacidades y este a su vez debe fungir como ente motivador para encarrilar al equipo que tiene a su cargo sacar adelante.
Erróneamente los pseudo-politicos de hoy, creen que el liderazgo se hereda, tal como pasa con los apellidos o los bienes materiales, pues déjenme decirles que no. Un líder nace en el corazón de una persona que entiende desde muy temprano la razón de ser del éxito del grupo o equipo que representa y justamente hoy día en la política partidarista este no es el caso. Con mucha tristeza veo como personas aspirando a cargos municipales y congresuales engañan al pueblo que los sigue, ya que, su aporte seria la prepotencia, arrogancia y sin ánimos de exagerar sus aires de superioridad que diariamente son encubiertos bajo el manto de la hipocresía disfrazada de humildad.
EL HABITO NO HACE AL MONGE.
Más que una frase es una afirmación, pues, lamentablemente como profesional de la conducta veo con pena y desgracia como nuestro pueblo se deja engañar por esos farsantes que solo quieren el voto en mayo y que después no lo volvemos a ver ni en la cuenta de facebook que se crearon para que el sumiso pueblo los siguiera.
Hace poco tuve la oportunidad de conversar con alguien muy cercano a uno de los aspirantes más prometedores de esta contienda política y este me narro con pena la escena tan descabellada que presencio en una de estas tardes de proselitismo barrial. La progenitora de un candidato llego con su escolta al parque donde habita dicho elemente y con todo el amor que caracteriza el sentimiento de madre, esta fue a saludarlo con un abrazo, pero él con sutileza y apresurado a la vez, la detuvo diciendo:
MAMA NO ME ABRACES DEJAME BAÑARME, QUE VENGO DE ESTAR CON GENTE DE ESOS BARRIOS Y NO TE QUIERO ENSUCIAR.
Y pensar que son esos votos, de los humildes del barrio los que llenan las urnas cada cuatro años el último domingo de mayo en las elecciones. Por otro lado, supe del caso de otra persona aspirante, quien insistentemente pedía a uno de sus colaboradores que no olvidara comprar suficiente desinfectante para las manos (MANITOS LIMPIAS), porque tenía que ir a saludar a la gente de un barrio marginal.
Digo yo entonces: ¿DONDE ESTA EL LIDERAZGO?
Basada en mis lecturas cotidianas sobre grande personajes que marcaron la historia en todo el mundo, he podido aprender lo que es ser un verdadero líder, pues cuando leo sobre GANDHI, SANTA TERESA DE CALCUTA, MANDELA (MADIBA) y otros más me doy cuenta con mucho desaliento que a los dominicanos nos ha tocado solo una copia borrosa de dicho material humano.
Lamentablemente debe suceder algo extraordinario en las mentes de los ciudadanos al momento de identificar sus líderes políticos, para que dejen de aspirar a dirigir los destinos de esta nación la gente ordinaria que por demás, son tan pobres que lo único que tienen es dinero.
Pueblo dominicano aprende a identificar tus líderes, pues estos tienen unas características que lo definen al momento de tratar a su equipo:
Une las fuerzas del equipo, tratándolos como iguales humanos, no como sabuesos.
Los trata como personas, no como objetos maleables, ni como simple cosas usables.
Antepone el bien colectivo, no sus intereses monetarios, ni su ego personal.
Y sobre todo piensa en el pueblo, no en seguir acumulando para beneficio personal como suelen hacerlo los que hasta hoy se auto proclaman los líderes del pueblo dominicano.
Educarte para ser libre debe de ser más que una frase.