LA PAZ, Bolivia. Entre los líderes izquierdistas de la región Evo Morales parecía inmune a los escándalos. Pero la desaceleración económica y un affaire con una de las mujeres con quien ha tenido hijos, tiene al primer presidente indígena de Bolivia al borde de su primera derrota electoral.
El domingo los bolivianos votarán si van a cambiar la Constitución para permitir que su actual presidente se presente a una tercera reelección en 2019. El mandatario que pulverizó a la oposición en las urnas en cada elección de la última década y que ha disminuido los índices de pobreza del país, enfrenta un escándalo con una mujer que tiene la mitad de sus años y que, en opinión de los analistas, podría volcar hacía el NO al 15% de los votantes que no saben si admitir, o no, la reforma constitucional que podría alargar el gobierno de Morales.
Luego de la denuncia de un periodista, que hace un mes reveló que supuestamente una ex amante de Morales logró que la contrataran como gerente comercial de una constructora china que en cinco años se adjudicó siete proyectos estatales por casi 500 millones de dólares, Morales aceptó el romance que, además, tiene tintes de tragedia griega pues el hijo que tuvieron murió en circunstancias misteriosas. “A Gabriela Zapata la conocí en 2005; en 2007 tuvimos un bebé y por mala suerte falleció”, dijo Morales, de 56 años, soltero, y con dos hijos jóvenes de dos mujeres distintas.
“No volví a verla. No sabía que trabaja en esa empresa”. Zapata, que hoy tiene 29 años, negó que en su designación influyera el gobierno pero poco se conoce de sus antecedentes laborales. Lo que se sabe es que antes de ingresar a la contratista, llamada China CAMC Engineering Co LTD, se promocionaba como promotora de negocios.
En 2013, Zapata se convirtió en gerente general de CAMC para Bolivia. El último contrato de la constructora se firmó en presencia de Morales en julio de 2015 con el objeto de construir una planta de potasio por 177 millones de dólares, pese a las observaciones que tenía el propio gobierno frente a la empresa por incumplimiento en otro contrato. Todos los contratos de CAMC que incluyen un ingenio azucarero, fueron por contratación directa, uno sólo por licitación, según el Ministerio de Obras Públicas.