Santiago.-El sistema político-partidario de la República dominicana se relaja con el trasiego de dirigentes de un partido a otro, solo en reclamo de beneficios personales, porque en sus justificaciones no existe ninguna exigencia relativa a planes programáticos para resolver problemas sociales.
Lo que se ve a diario, es el político que se muda a otro partido porque no le dieron una candidatura o por un tipo de negociación que no se da a la publicidad.
Este comportamiento que causa pesar ya en la sociedad debilita las agrupaciones política y afecta su imagen y credibilidad.
Los dominicanos tienen que desarrollar mecanismo de rechazo a los políticos que cambian de partido y solo negocian prebendas de provecho personal.
Puestos en el gobierno, candidaturas, contratos y cargos electivos en partidos opositores es lo que se ve en el día a día de la política dominicana.
El trasiego o cambio de chaqueta se ha convertido en el comentario más importante de la política dominicana, un elemento negativo, cuando debieran discutir las propuestas de solución a los problemas nacionales.
Los aspirantes a puestos electivos buscaran 4,106 puestos que están en juego en estas elecciones presidenciales, congresuales y municipales, pero hasta que no se inscriban no se sabe como terminara por el paso de dirigentes a otros partidos.