Dice esperar que los partidos no llenen a sus seguidores de odio y violencia
SANTIAGO, R.D.-La Iglesia Católica de Santiago, abogó ayer porque la actividad política deje atrás la práctica ignominiosa y que sea una campaña electoral llena de propuestas viables, donde el lenguaje usado en la misma contribuya a fomentar relaciones respetuosas entre los que piensan diferente.
“Esperamos que los dirigentes de los diferentes partidos no llenen a sus seguidores de odio y violencia, explicó el periódico Camino en su nota editorial.
Pidió a la clase política pensar en el bien común, y que este sea el mejor proceso electoral que conozca la historia dominicana.
“Es penoso y hasta parece burla volver a ver candidatos visitando los rincones más oscuros del país, mirar la pobreza extrema en que viven tantas familias, y hasta compartirla por fracciones de segundos mientras van prodigando besos y abrazos a los más necesitados”, dijo.
Manifestó que estos políticos entran en los ranchos destartalados y casuchas de los pobres que piden clemencia al viento para no derrumbarse, entablando con nuestra gente conversaciones poco sinceras con ribetes de trampa y engaño.
Asimismo, en su comentario editorial, Camino, recordó la carta pastoral de La Altagracia, cuyo mensaje enviado al país por los obispos dominicanos sigue vigente.
Los pronunciamientos recogidos en la Carta Pastoral “nos ponen de frente a una realidad que no admite aprobación circunstancial, aplausos interesados y mucho menos creer que se pretende hacer daño a sectores determinados”.
“Volver a la Carta nos hace bien, y nos libra del peligro de subirnos al tren del olvido frente a tantos signos de violencia que nos arropan”, indicó Camino.
Manifestó que “vivimos tan de prisa que el hecho escandaloso de hoy, es pulverizado por el de mañana y así pasa el tiempo caminando sin memoria histórica”.
Sostuvo el editorialista de Camino que ahora que entra de lleno a la campaña electoral que culminará con la elección de los nuevos servidores públicos, el domingo 15 de mayo recordó a los principales actores de este proceso, lo que plantean los Obispos en su Carta Pastoral, acápite No. 28:
“Los candidatos en sus discursos de campaña hablan habitualmente de cercanía, de escuchar los reclamos del pueblo, de tener en cuenta las necesidades de los pobres, ser su “voz” en las entidades públicas que ocupen. Sin embargo, percibimos la devaluación de la credibilidad en el ejercicio de la política”, declaró.
Agregó que “la gente percibe que la política es un negocio de fácil enriquecimiento para unos pocos que logran escalar a puestos dirigenciales en el tren gubernamental, y no un ejercicio de servicio a la sociedad y al bien común. Los engañados por falsas promesas electorales claman misericordia”.