La Organización Mundial de la Salud convocó un comité de emergencia para el lunes para decidir si el brote de virus zika debe ser considerado emergencia internacional de salud.
En una reunión especial realizada el jueves, la directora general de la organización de salud de la ONU, Margaret Chan, dijo que el virus —que se ha relacionado con defectos congénitos y problemas neurológicos— se «propaga de forma explosiva».
Chan dijo que aunque no hay ninguna prueba definitiva de que el zika sea el responsable de un aumento en el número de bebés que nacen con microcefalia en Brasil, «el nivel de alarma es extremadamente alto».
Añadió que es posible que exista un vínculo entre el zika y el síndrome de Guillain-Barre, que es capaz de causar parálisis. «Estos posibles vínculos, descubiertos sólo recientemente, han cambiado rápidamente el perfil de riesgo del zika, de una amenaza leve a una de proporciones alarmantes», dijo Chan.
El virus del zika fue detectado inicialmente en 1947 y durante décadas provocaba sólo una leve enfermedad. Pero Chan destacó que «la situación hoy en día es totalmente distinta».
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el virus del zika cunde ahora por más de 20 países, mayormente en Centro y Sudamérica.
Chan mencionó cuatro razones principales por las que el OMS está «sumamente preocupada» por el zika: el posible vínculo con defectos congénitos y atrofia cerebral, la posibilidad de una mayor propagación, una falta de inmunidad entre las poblaciones afectadas y la falta de vacunas, tratamientos o pruebas expeditas.
Aun así, convocar a una reunión de emergencia no garantiza que se declarará un estado de emergencia global. La OMS ha sostenido 10 reuniones de ese tipo para evaluar un síndrome respiratorio común en el Medio Oriente, sin que se haya declarado una emergencia global.
Declarar una emergencia global es el equivalente de enviar una llamada de auxilio, y usualmente conlleva a más financiamiento y más medidas para enfrentar una enfermedad. La última vez que la OMS declaró una emergencia internacional fue por el brote de ébola en África Occidental en 2014 que terminó matando a más de 11.000 personas.
Marcos Espinal, director de enfermedades infecciosas de la OMS en el continente americano, dijo que Brasil está examinando para determinar si hay pruebas científicas de que el zika causa defectos congénitos y problemas neurológicos. Expresó esperanzas de que Brasil podrá compartir esos datos en un par de meses.
El brote del zika en Brasil y el aumento de casos de microcefalia se han concentrado en las zonas pobres del noreste del país, aunque el sudeste, la región más próspera y donde están ubicadas Sao Paulo y Río de Janeiro, es la segunda zona más afectada. Río será sede de las Olimpiadas entre el 5 y el 21 de agosto.
Hace pocos días las autoridades en Río lanzaron una campaña para erradicar el mosquito que causa el zika, enviando cuadrillas de fumigadores al Sambódromo donde la semana que viene tendrán lugar los carnavales.
La OMS convocó a su reunión del lunes en parte para transmitir su inquietud por una enfermedad que ha sembrado el temor entre embarazadas en Brasil, que ahora se cubren de pies a cabeza o se aplican insecticida por toda la piel varias veces al día.
Una de las razones por las cuales la agencia está actuando tan rápidamente es porque fue criticada por su lenta respuesta al ébola; casi 1.000 personas murieron antes de que declarada una emergencia internacional. La AP halló que funcionarios de la agencia se negaron a declarar la emergencia por dos meses citando obstáculos políticos y económicos.
No existe un tratamiento específico ni vacuna contra el zika. El virus está vinculado al dengue y desde hace tiempo los científicos han tratado de desarrollar una vacuna contra esta enfermedad. La primera inyección de ese tipo, desarrollada por Sanofi Pasteur, obtuvo licencia en Brasil apenas el año pasado.