SANTO DOMINGO. José Corcino arribó desde la provincia Azua a la terminal de Higüey, en el sector Villa Francisca, a las 12:00 del mediodía de ayer, acompañado de su esposa y sus dos hijos.
“No puedo dejar de ir a la provincia La Altagracia. Le hice una petición por la salud de uno de mis niños a la Virgen”, expresó.
Igual que este padre de dos hijos, María Díaz, residente en el Distrito Nacional, se preparaba para abordar el autobús de turno.
“Voy por una promesa de salud, de mi hijo. Me voy con mi hermano. Hay que cumplirla”, manifestó.
José y María son parte de los miles de católicos que desde ayer se movilizan a la citada localidad, para participar en la celebración de la eucarística de hoy, en honor a la Virgen de la Altagracia. De acuerdo a la supervisora de la terminal, Mileisy Almánzar, hasta el mediodía de ayer, unas 3,000 personas han partido hacia Higüey.
El presidente Danilo Medina estará presente en la misa concelebrada que se llevará a cabo en la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia en Higuey a las diez de la mañana, así como en el acostumbrado almuerzo en la casa del obispo Nicanor Peña. Según fuentes, grupos populares podrían llevar a cabo varias protestas en la zona. Nuestra Señora de la Altagracia o Virgen de la Altagracia es una advocación mariana católica considerada como la “madre protectora y espiritual de los dominicanos”. Su fiesta patronal es el 21 de enero, día festivo, no laborable en la República Dominicana. Párrocos de la Iglesia católica cuentan que a partir del 12 de mayo de 1502 es llevado a cabo una parroquia en la Villa de Salvaleón de Higüey, bajo las órdenes del obispo de Santo Domingo García Padilla, ya que en esa época habían llegado a Higüey los hermanos Trejo: Alonso y Antonio, quienes habrían traído la imagen de la Virgen de la Altagracia al país; éstos provenían de Plasencia, de la Comunidad Extremadura, España; fue aquí donde la virgen se le apareció a un agricultor sobre un árbol de ahí su nombre, la más Alta Gracia venida de los cielos.