SANTIAGO.-La Iglesia Católica de Santiago, confió ayer que en medio de las dificultades que han vivido la Nación dominicana no puede perder la esperanza porque está segura que vendrán mejores para el pueblo.
“Tenemos motivos y razones para ir por los caminos pregonando que vendrán días mejores, y que tenemos las fuerzas necesarias para edificar una nueva casa para cobijar la ternura y el compartir”, dijo el editorial de Camino.
Indicó que “el pueblo que andaba en tinieblas vio la luz, estamos alegres”, tras señalar que “nos ha nacido un Redentor”.
Abogó porque quede atrás la tristeza, el pesimismo, la frustración y la falta de esperanza y que podamos dar paso a una vida nueva.
“Seamos conscientes de que es mucho más la luz que la oscuridad”, sostuvo Camino, tras reiterar “tenemos motivos y razones para ir por los caminos pregonando que vendrán días mejores.
Informó que a nivel personal muchos en este año que termina habrán sentido la carga insoportable del abandono y la incomprensión.
Pero agregó que otros habrán experimentado la soledad que lleva al aislamiento donde parece que ninguna puerta se abre a la felicidad.
“Estamos conscientes que a nivel de pueblo hemos palpado un crecimiento de los hechos violentos”, declaró, tras señalar que “malos dominicanos le han robado la paz y la tranquilidad a nuestras comunidades, cometiendo acciones vandálicas que no veíamos por estas tierras”.
Y dijo que duele comprobar que mientras hay millones de dominicanos que van dejando huellas de compromiso y entrega callada en favor de los más pobres.
Lamentó que algunos maquinan el mal haciendo un ruido tan fuerte que da la impresión de que todo se ha perdido y que estamos en un callejón sin salida.
“Pero el nacimiento del Salvador de la humanidad nos llena del futuro esperanzador que nació en Belén, nos llena de energía y nos llama a tener vida, y vida en abundancia. Indicó que el Jesús transforma nuestra realidad, haciéndonos hombres y mujeres nuevas, constructoras de una sociedad llena de fraternidad.
Y dijo que Dios es “nuestro motivo para contagiar a los demás con la alegría profunda que nadie podrá arrebatarnos, y que tantos buscan y anhelan encontrar.
Estamos en Navidad.
Asimismo, confió que los buenos deseos y sentimientos que florecen en cada persona en estos días del año, se mantengan para siempre.