PUERTO PRINCIPE. El presidente haitiano Michel Martelly defendió los resultados de las recientes elecciones y denunció que la oposición está esparciendo rumores de fraude sólo para fortalecer su posición.
“La oposición cree que esta es la única manera de conseguir el poder y la única manera en que ellos mismos pueden organizar elecciones”, dijo Martelly en entrevista con The Associated Press.
Añadió que los resultados de la primera ronda electoral de octubre, en que ganó el candidato respaldado por el gobierno, fue un reflejo genuino de la voluntad popular.
“Confiamos en que lo que sucedió la primera vez volverá a suceder en una segunda oportunidad, porque esa es la voluntad popular”, dijo el presidente el lunes en el Palacio Nacional, que quedó dañado por el terremoto del 2010.
El Consejo Electoral Provisional determinó que Jovenel Moise, del Partido Tet Kale de Martelly logró casi el 33% de los votos en las elecciones celebradas el 25 de octubre, en que 54 candidatos compitieron.
Los resultados oficiales apuntan a que Moise, en empresario agrícola novato en política, obtuvo 117.602 votos más que su rival más cercano, Jude Celestin, un ex director de la agencia estatal de construcción que fue el candidato gubernamental durante las elecciones pasadas.
Las denuncias de fraude han engendrado violentas protestas callejeras y tantas acusaciones de parte de la sociedad civil y de grupos religiosos y opositores, que la segunda vuelta electoral planeada para el 27 de diciembre, fue postergada el lunes.
Por ahora no parece haber una solución inmediata a la crisis. Las autoridades dicen que la fecha de las nuevas elecciones no será anunciada hasta que una nueva comisión, creada por decreto presidencial, pueda revisar el caso y formular sus propuestas.
La comisión aún no ha empezado su labor.
Martelly sugirió que la oposición está exagerando la proporción de las irregularidades cometidas el 25 de octubre. Dentro de todo, aseveró, las elecciones fueron “libres e imparciales” en un país donde las elecciones no han sido la norma y suelen ser empañadas por violencia, irregularidades o intimidación.
Destacó que después de que cerraron los centros de votación, misiones de observadores tanto nacionales como internacionales elogiaron el sufragio.
Ello fue un agudo contraste con las elecciones legislativas de agosto en que estallaron disturbios, a pesar de que los monitores internacionales dijeron que los desórdenes no fueron lo suficiente como para empañar la legitimidad del voto.
Martelly dijo que los opositores estaban tan perplejos por el estatus de Moise a la cabeza de las encuestas, que denunciaron fraude. Celestin ha calificado los resultados electorales como “farsa ridícula”.
“Parece que el que iba a ganar no era el que la oposición quería, y por eso ese mismo minuto, esa misma noche, empezaron a tratar de crear esa percepción”, dijo Martelly.