Pasadas las siete y media de la tarde del sábado, Meghan Markle y el príncipe Harry abandonaban el Castillo de Windsor y ponían rumbo a Frogmore House, el escenario que constituía la siguiente parada de la celebración de su boda. Allí el príncipe de Gales ofrecía una recepción, ya de índole más privada e informal, a 200 personas, entre las que se encontraban familiares y amigos de la pareja. Los recién casados realizaron el trayecto en un vehículo clásico y elegante que se convirtió, junto con el segundo vestido que lució la novia, en el gran protagonista de la tarde, gracias en parte al curioso detalle que pasó inadvertido en un primer momento.
El automóvil, un Jaguar E-Type Concept Zero, dejaba ver con claridad el rostro de felicidad de Meghan y Harry en un día tan especial para ellos gracias a su condición de descapotable. Azul plateado y adaptado como coche eléctrico, data de 1968. Lo más llamativo de este exclusivo vehículo no es, sin embargo, su propulsión eléctrica o la espectacularidad de su diseño, sino el mensaje, oculto a primera vista, que escondía en su matrícula. La sucesión de letras y números, ‘E190518’, no está elegida al azar, sino que representa la fecha de su enlace, un detalle más con el que los duques de Sussex quisieron aportar más romanticismo, si cabe, a su inolvidable boda real.