Jugando a los chinos sin monedas

por. Leonardo Sanchez

Los chinos, es un juego de azar que consiste en intentar adivinar el número total de monedas que varios jugadores (al menos dos) guardan en su mano cerrada. Se utilizan tres monedas por jugador y se pueden sacar 0, 1, 2 o 3 monedas. El juego se usa típicamente como fórmula de echar a suertes para decidir quién paga la consumición en un bar o cosas por el estilo.El nombre proviene probablemente de chinas, piedras de muy pequeño tamaño. -Wikipedia-

Este es un juego muy popular y hasta divertido, cuando se juega entre amigos con un mismo interés y sin ninguna agenda oculta. Porque jugarlo con extraños puede resultar peligroso.

Pero ese no es el caso de las Relaciones Exteriores de la RD que, según se ha venido especulando internamente, y también en el exterior, se ha precipitado a un “juego a los chinos” por monedas, que no es los mismo que “jugar a los chinos sin monedas”. El cambio está en que se ha jugado secretamente con las relaciones exteriores del país sin que su sociedad sepa cuál es la agenda y cuáles las razones para tal cambio, aunque se intuyen, aunque tampoco se sepa quién tiene el puño cerrado escondiendo las monedas.

Luego de descubierto el juego con las sobrevaloraciones de obras y “el mecanismo” usado por la empresa Odebrecht para conseguir obras en muchos países, incluyendo la RD, y lograr victorias electorales para los candidatos en el poder, se especulaba sobre cuáles iban a ser las argucias para evitar competir sin las condiciones más ventajosas para los mismos actores que bailaron la batucada brasileña ejecutada para conseguir una elección y reelección en los pasados torneos electorales dominicanos.

También se especulaba, y se sigue especulando, sobre las posibles o imposibles fuentes de financiamiento irregular que acostumbran a usar los partidos en el poder en la RD. Y la especulada suma envuelta en el cambio de chucho de China Taiwán a China Popular, cierta o no, ha abierto una caja de pandora en relación al affaire diplomático y las razones para el mismo.

Porque ya no es posible “epremir” más las fuentes internas de financiamiento normales de campañas electorales internas y externas, donde los procesos internos vienen a resultar más caros que los torneos entre todos los actores del proceso. Aunque se sigan aumentando los combustibles como método de equilibrar las recaudaciones públicas, y otros impuestos de manera administrativa, eso parece que solo alcanza para mantener el gasto clientelar y la “ración del boa” sin alcanzar para las mega campañas al estilo de los asesores cariocas.

Eso, y las presiones diplomáticas, y las no diplomáticas, que se han venido ejerciendo por los casos de la corrupción tan enfáticamente negada. Y hay evidencias de que las presiones, incluyendo la frontera abierta y la ausencia de deportaciones de ilegales haitianos según mandan las leyes, han sido y son muy fuertes.

Por eso el golpe de timón ha sido también muy fuerte e inesperado. Y es verdad que las relaciones diplomáticas con Taiwán se establecieron hace más de 70 años, en el marco del inicio de la “guerra fría”, y que ambos países estaban representados por dos dictadores ya desaparecidos que estaban “alineados” con los ganadores de la última guerra mundial, pero eso no explica,ni implica, la forma descortés y sorpresiva utilizada para “corregir” unos hechos que, en otro contexto, pudieran entenderse como aconsejables, dado el desarrollo del gran país asiático que alberga a la nación comunista más grande del planeta.

También se pueden aducir, como se ha venido haciendo, las razones comerciales con esa gran economía mundial para tratar de conseguir una porción de ese gran mercado para aumentarlas exportaciones y recibir un alto flujo del turismo de la población de ese país dispuesta a viajar en busca de atracciones tropicales y experiencias lúdicas que no tienen en su tierra. Parece lógico, y como tal, por eso se ha venido elogiando el cambio, sin atender a que no existen razones normales para no sostener relaciones con ambos estados, básicamente por la intransigencia de los nuevos socios comerciales, que reclaman al otro como una provincia rebelde.

Pero, no se puede olvidar lo ocurrido con el Acuerdo de Petrocaribe y el negociado pago con especies de leguminosas, realizado para cubrir la deuda que terminócubriéndose con préstamos al exterior porque la producción nacional no fue capaz de ser organizada para cumplir con ese objetivo. Y eso fue con Venezuela que, aunque es un granpaís amigo, en términos poblacionales no puede compararse con una demanda de productos provenientes de la inmensa China Popular.

Y eso no fue posible por la falta de capacidad organizativa de los políticos que han venido dirigiendo nuestras políticas productivas exportables. Y nada indica que en el caso presente se vaya a cambiar el método de producir en los medios de comunicación los bienes que se tienen que producir en el campo real con apoyo tecnológico y financiero. Porque aquí todo se resuelve con la propaganda que se cacarea con vehemencia y mucho dinero público.

¿Las exportaciones hacia el nuevo mercado se van a realizar con la producción lograda en los periódicos?¿Los millones de turistas se van a alojar en hoteles construidos en internet? Si no fuimos capaces de producir unos miles de toneladas de caraotas para pagar una parte el petróleo venezolano, es obvio que no tendremos la voluntad política ni la capacidad para cubrir millones de toneladas de una demanda China moderada. Como tampoco tenemos capacidad para recibir algunos millones de chinos que nos quieran visitar, sencillamente porque no disponemos de los hoteles del nivel de esa demanda.

¿O vamos a terminar las relaciones con las empresas turísticas y los países que mantienen actualmente la alta ocupación hotelera en los principales polos turísticos que tienen la capacidad estructural, humana y el nivel de servicio demandado? ¿Vamos a vaciar los hoteles para atender a esa nueva demanda?

O se sabe de antemano que el hecho es solo un bluf como lo ocurrido en Casta Rica, Nicaragua y Panamá, donde las promesas no pasaron de ser eso mismo. En esos lugares, los chinos lograron sus objetivos, cuales fueran, y esos países se quedaron “oliendo donde guisan”.

¿Además, cual ha sido la contra oferta dominicana en ese negocio? ¿La posicióngeográfica de algún puerto comercial? ¿La posicióngeográficadel país para una estrategia militar? Porque el mercado chino siempre estuvo ahí y los hoteles turísticos dominicanos siempre han estado donde están, recibiendo turistas desde todos los países que han estado interesados.¿No fue hacia China Popular que se exportaron todos los metales robados en el país y chatarreados? ¿No saben los chinos continentales de las ferias turísticas donde se comercializan las bellezas dominicanas?

Tenemos que dejarnos de cuentos de hadas, y aclarar cuál es la realidad. Y no dejar a la especulación las razones de haber roto relaciones con un país amigo, para establecerlas con otro que no sabemosqué tan “amigo” puede llegar a ser, aunque se haya mantenido una oficina comercial muy activa por muchos años; la misma que ahora se transforma en legación diplomática y consular formal.

Para no jugar a los chinos sin monedas. Tenemos que saber que se traen entre manos los actores locales y los extranjeros. Esos que no van a ninguna parte por lana para salir trasquilados, sabiendo que nuestras autoridades son capaces de hacer malos contratos y acuerdos, sabiendo que al final van a terminar demandados.

Además, en este juego, ¿quién es que está escondiendo las monedas en el puño? Porque el juego es divertido cuando es entre iguales, pero este no es el caso, porque China es tan imperialista como los imperialistas a los que se les anda “sacando el cuerpo” por sus “injerencias” en los asuntos internos de la corrupción.

Entonces, hay que dejar claro por qué estamos cambiando el “suiche” en el tablero global, de una estrella blanca a una estrella roja. ¡Y, en beneficio de quién! Y cuántas monedas es que hay entre manos, aunque se esté negando de ambos lados que en este juego con los chinos no hay monedas; es decir, que:

¡estamos jugando a los chinos sin monedas!