Un país de descubrimientosPor

Por Leonardo Sanhez

Descubrir: “Quitar la tapa o la cobertura de algo cerrado u oculto, de manera que se vea lo que hay dentro o debajo”. -Google-

Aquí todo se descubre, cuando ya ha pasado de todo; cuando hay tiempo de explicar y justificar para “torear” con bastante éxito, las consecuencias que ninguna comisión encuentra.

Como se descubrió la trama de Odebrecht y Punta Catalina.

Ahora se descubre que en los juzgados hay poca seguridad o no existe protección para los denunciantes o querellantes ni para los magistrados que no pueden denunciar su desprotección so pena de descubrir un juicio disciplinario.

Acabamos de descubrir un caracol africano que es perjudicial para la agricultura y nadie se atreve a descubrir cuando entró al país y por descuido de quién, porque aquí no hay dependencia que funciones y descubra las situaciones para no tener que descubrirlas cuando es ya tarde “para ablandar las habichuelas”.

Porque como decía Tupac, “las plagas vienen y van, pero mis funcionarios son eternos”; más o menos.

También hemos descubierto que los haitianos, los legales y su nube de ilegales indocumentados, están haciendo un partido político para “pelear” -sí, dijeron eso mismo, pelear- por los derechos de los ilegales, cualquiera puede ver que es a cambio de poder vender productos dominicanos en Haití.

Y acabamos de descubrir una iniciativa,asociada al partido haitiano, que está dando “legalización” a miles de extranjeros en las oficinas de las gobernaciones provinciales y, si se deportan los ilegales se ponen vedas a los productos en la frontera.  Las autoridades migratorias hacen publicar bulos sobre supuestas deportaciones y la frontera es automáticamente cerrada para los productos dominicanos.

Es decir que, con el pago de las mercancías, vienen los ilegales indocumentados que van a trabajar para producir más productos para ese intercambio, y ese es otro descubrimiento.

Mientras tanto nadie se atreve a descubrir “quien” está detrás de esas iniciativas que solo van en desmedro de los derechos de los dominicanos en su propia tierra, habiendo quienes cuestionan ya el derecho de los dominicanos a mantener la soberanía de su territorio, al punto de que un “pastor” de ilegales indocumentados se ha atrevido a descubrir que a los haitianos no se les puede llamar extranjeros en territorio dominicano.

Y si de descubrimientos se está tratando, ese es uno extraordinario, ¡y revelador!

Igual que se descubre por sí misma, la inutilidad de mantener unas fuerzas armadas diciendo una cosa sobre defender un territorio, mientras les ordenan hacer todo lo contrario y permitir la invasión programada del mismo territorio, indefenso a pota.

Y no podemos olvidar que una empresa extranjera, por sí sola -solita-, sobornó, sobrevaluó obras, confesó sus fechorías, pagó asesores dentro de palacio, negoció su impunidad -con el mismo gobierno que ayudó a reelegir, incluyendo a su congreso-, y ahora, descubrimos que el delincuente ha demandado a las víctimas sospechosas de complicidad en todo lo anterior, porque quieren más, incluyendo “el silencio de las ovejas”.

Y cada día se descubren cargamentos y cargamentos de estupefacientes, junto a nuevas formas de tráfico internacional de esa “mercancía” que estaban a la vista de todo el mundo, pero nadie descubría un casino -pantalla- que cambiaba su personal con enormes prestaciones laborales ni un barco de combustible que tardaba demasiado tiempo en el proceso de descarga de los carburantes, haciendo tiempo para su verdadero negocio.

Y, atrapados “flying over the Cucu’s nest”, se descubre que son viejos conocidos y beneficiarios de negociaciones judiciales afuera y adentro de la tierra de los descubrimientos que “lo tiene todo”, como tenían los camajanes descubiertos de nuevo en el negocio.

Sigamos descubriendo.

Descubrimos de repente, que en el plan social de la presidencia -es de la presidencia, no del estado- se estaban desapareciendo los bultos de la miseria y que estaban apareciendo en el comercio en sus mismas cajas y fundas. Y, ya descubiertos, se siguen descubriendo unos almacenes donde se comenzaron a cambiar las cajas y fundas para que todo siguiera como ha seguido sin que se descubra quien ha estado negociando las dádivas del clientelismo

También se ha descubierto que, “hasta las últimas consecuencias y caiga quien caiga” viene a significar que, con las tierras del CEA, y Los Tres Brazos, no iba a haber consecuencias igual que con Odebrecht, y que, en lugar de detenerse, la estafa iba a seguir con las propiedades del ingenio Rio Haina, rematadas a un “postor” con mucha suerte o heredero el antiguo dueño.

Así como se ha descubierto, además, que las tierras del ingenio Boca Chica -del mismo antiguo dueño-, valen menos que una vaca muerta y que se pueden regalar por menos de un dólar el metro cuadrado, cuando valen en el mercado inmobiliario turístico, cerca de 50 mil dólares el metro cuadrado.

¡Vendidos “metro a metro”!

Así se descubre, que existen personas con mucha suerte y con los contactos adecuados para poder descubrir oportunidades que nadie más puede descubrir ni aprovechar, mientras seguimos “trabajando en el partido para servir al pueblo” y descubriendo nuevas formas de descubrir que “el agua moja”.