Simon se retira y Carreño pasa a la tercera ronda sin desgaste

La suerte ha acompañado este miércoles a Pablo Carreño en su partido de segunda ronda del Abierto de Australia. La suerte, o mejor dicho, la mala suerte de su rival, Gilles Simon, que llegaba con unas molestias en el muslo de la pierna izquierda que finalmente le obligaron a abandonar el partido. El español ganaba por 6-2 y 3-0 cuando el francés, que jugó con un vendaje quinesiotape, decidió abandonar. De este modo, y por segundo año consecutivo, Carreño se mete en la tercera ronda del torneo, donde espera rival: el tunecino Jaziri o el luxemburgués Muller. 

En honor a la verdad, Carreño estaba siendo superior a su rival, con 20 golpes ganadores contra los 8 de Simon, mermado por el dolor.  El asturiano, además, dio espectáculo, con una variante del willy espectacular. Con punto de set en el octavo juego de la primera manga, golpeó la bola de espaldas junto a la pierna derecha y mandó la bola a la línea de fondo sin que Simon pudiera hacer nada. Después, ya en el segundo parcial, colocó una dejada preciosa a la que ni siquiera intentó responder el galo.

Buenas sensaciones por lo tanto para Carreño, pese a las facilidades que le dieron los problemas físicos de Simon. Tras una mala racha que duró desde las semifinales del US Open hasta las exhibiciones previas al Grand Slam oceánico, el número 11 del mundo parece haber recuperado el rumbo en el momento justo. Ahora le toca refrendarlo ante un rival de mayor peso como podría ser Muller, el bombardero que apeó a Nadal de Wimbledon.

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