‘Al enemigo, ni agua’, dice el refranero y en la F1 es una opción muy extendida. Mercedes y Ferrari son enemigos en la pista y no dejan un cabo suelto que pueda significar tender puentes o parecer reconocer flaquezas. La última demostración son las palabras de Sergio Marchionne, presidente de la ‘Scuderia’ sobre el tricampeón Niki Lauda, pese a que el dirigente de la escudería de la estrella fue dos veces campeón de F1 con ellos y trabajo como asesor en el pasado.
Marchionne fue preguntado sobre cómo vería una posible llegada de Lauda a Maranello y lo que comienza como una concatenación de halagos… acaba siendo un portazo en las narices. «Niki Lauda es fundamental para Mercedes y siempre entiende lo que sucede en la mente del piloto, lo que es un gran valor agregado, rara vez se equivoca al evaluar lo que hace un piloto», afirmaba en declaraciones recogidas por ‘Autosprint’.
ZASCA.
La coletilla final es la que deja claro que nunca contarán con Lauda mientras él sea presidente: «Sin embargo, pese a todo esto en nuestro equipo no hay espacio para un profeta como Lauda».