Ya podemos respirar tranquilos. Todo apuntaba a que el acuerdo se había materializado pero faltaba su oficialización: la Fórmula 1 se seguirá viendo en España tras la renovación de Movistar+ con los promotores del certamen. Es una buena noticia, un escenario de grandes premios fuera de la televisión los hubiera arrastrado a la marginación en este país. Ya sabemos que su ausencia en transmisiones en abierto ha dinamitado las audiencias e incluso cierto interés general por la especialidad, así que imaginar que ni siquiera los abonados a esta plataforma de pago (incluyendo los que se suman al visionado en establecimientos públicos) pudieran seguirla resultaba sencillamente aterrador, hubiera supuesto un retroceso de este deporte a más de una década atrás.
Creo que carece de sentido en estos momentos recuperar el debate sobre si el modelo de pago es el ideal, está ya superado simplemente porque a día de hoy no existe otra alternativa viable. Para una cadena privada que emita en abierto es harto complicado amortizar la inversión de los derechos en un contexto publicitario que no es propicio; de las televisiones públicas (incluyendo las autonómicas) mejor ni hablar, así que la única posibilidad pasa por algo tan sencillo como que quienes deseen disfrutar de este deporte asuman el coste de hacerlo. Sin embargo, sí que considero que existe margen para la imaginación, la innovación e incluso la generosidad con los aficionados por parte de la empresa explotadora. Me refiero a soluciones de acceso al contenido que no pasen exclusivamente por la captación de abonados para su plataforma, aprovechando el enorme potencial que el entorno digital ofrece en este sentido.