De Minaur, el demonio que se le escapó a España, en la final

Australia, a pocos días de comenzar su Grand Slam, gira los ojos hacia un compatriota de sólo 18 años que jugará este sábado la final de Sydney frente a Daniil Medvedev, otro Next Gen de 21 años. Es Alex de Minaur. En realidad, De Miñaur. Con Ñ. Porque su madre, Esther, es española. Y su padre, Aníbal, uruguayo. Su hijo nació en Sydney y ellos se trasladaron a Alicante cuando tenía cinco años, donde de hecho tiene montada su base ‘The Demon’ (El Demonio) a las órdenes de Adolfo Gutiérrez.

En su periplo por España, llamaron a la puerta de la Federación Española y nadie les escuchó. Volvieron a Australia a regentar unos modestos negocios y, con ayuda de la Federación Australiana, Alex progresó y ya es 167 del ranking. Además, ha recibido una invitación para jugar el cuadro final de Australia, donde ya ganó en primera ronda la temporada pasada. Entonces contó su historia: «He vivido la mitad de mi vida aquí y la otra mitad en España. Australia siempre me ayudó mucho y estoy feliz de representarles». Una perla que se escapó.

Con Lleyton Hewitt, capitán aussie, en su box, De Miñaur intentará hacer lo que el genunino demonio consiguió hace veinte años en Adelaida, ganar su primer título ATP. El joven australiano, que se declara fan del Real Madrid como su madre, derrotó en la semifinal a Benoit Paire remontando un set (4-6, 6-1 y 6-1) y puso a la gente en pie. Como lo hizo en Brisbane la semana anterior tumbando a Steve Johnson o Milos Raonic hasta caer en semifinales. Un buen relevo para la Armada que acabó en las antípodas.

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