Por Luis Céspedes Peña
Son evidentes los avances logrados en la administración pública de nuestro país, los cuales son compartidos con otras naciones de América Latina, dentro de lo que se podría llamar un plan de cooperación, basado en los mismos objetivos para el mejoramiento de los servicios a favor de los ciudadanos.
Mejorar los servicios públicos en países en los cuales hasta hace menos de dos décadas nadie hablaba de calidad, como es el caso de la República Dominicana, es fruto de un gran sacrificio, de iniciativas basadas en la creatividad y la importación de metodologías de administraciones públicas muy desarrolladas. Se necesitó de coraje, en algunas naciones, como la nuestra, donde todavía hay resistencia a esos cambios.
Son cambios favorables para la mayoría de dominicanos y de personas de otras nacionalidades que acogieron al país como su casa, pero que hay quienes todavía no entienden que el sacrificio también tiene su ventaja, si se piensa como Estado. ¡Hay avances, pero los retos son enormes!
El ministro de Administración Pública, licenciado Ramón Ventura Camejo, habla con mucha propiedad cuando afirma que ese sector logró avances notables en el 2017.
Pero el liderazgo del ministro Ventura Camejo provocó que naciones desarrolladas en la materia, lo promovieran para la presidencia del Centro Latinoamericano para el Desarrollo (CLAD), prestigiosa institución iberoamericana que dirigió por dos años.
Y luego de su salida, fue escogido el entonces viceministro de Función Pública, licenciado Gregorio Montero, para la Secretaría General del mismo CLAD, por lo que hay que decir que ambos casos testimonian los avances logrados por la República Dominicana.
Eso no quiere decir que los cambios favorables logrados en el sector público en materia de servicios, haya sido un logro obtenido con caramelos o pan de azúcar. También hay que cargar con el peso de una oposición interna que sigue sin aceptar los cambios para introducir mejoras, porque eso arrastra sacrificios de comodidades, para decirlo con mucha suavidad.
Los conocimientos adquiridos por el país en esa materia, son compartidos con Panamá, Guatemala, Costa Rica, Honduras, El Salvador y otras naciones, lo que tiene como finalidad que en la región se hable un único lenguaje de calidad en los servicios. ¡Ya en todos los rincones de nuestro país, se habla de calidad en la gestión!
Hay que admitir que eso cambios cuentan con el total respaldo del Presidente Danilo Medina y lo mismo sucedió con el anterior gobernante, Leonel Fernández.
Es que se trata de una política de Estado, que debe ser respetada por todos los gobernantes, porque además de eso, es parte de la Constitución de la República, gracias al trabajo del ministro Ventura Camejo y su equipo, que logró que el proceso de Calidad de los Servicios Públicos, fuese introducido en la reforma constitucional del 2010.
Las expectativas para este 2018, en lo que respecta al trabajo de mejoramiento de los servicios públicos, son muy buenas. El ministro Ventura Camejo está confiado en que se seguirá avanzando con la cooperación de organismos nacionales e internacionales, incluyendo a la Unión Europea.
Pero es importante que los empleados públicos hagan mayores esfuerzos, para que los ciudadanos cada día sientan mayor satisfacción de los servicios que reciben y por los cuales pagan sus impuestos.
¡Hay que seguir mejorando el comportamiento de muchos empleados del Estado! A ellos se les paga para que sean buenos servidores. ¡Hay que seguir luchando por un Estado más eficiente en materia de servicios! Los reconocimientos a entidades públicas en el país y el exterior, confirman los éxitos.
Hay que admitir que desde el 2005, cuando se inició el proceso de Calidad en la administración pública hasta la fecha, los cambios son extraordinarios.
La mayoría de los organismos internacionales, que cuando el entonces director de la Oficina Nacional de Administración y Personal (ONAP), que era como se conocía el hoy Ministerio de Administración Pública (MAP), dudaron del proyecto que le presentó Ventura Camejo, ahora están utilizando las enseñanzas nacionales para desarrollarlas en otras naciones. ¡Si hay la disposición de trabajo y apoyo para hacer la obra, la victoria está asegurada!