El hombre que murió el 25 de noviembre

SANTO DOMINGO. Despunta la mañana del sábado 26 de noviembre de 1960. Delisa González sale de su casa. No había dormido en toda la noche, caminando de un lado a otro con el rosario en sus manos, rezando. A los pocos pasos de iniciar su camino un familiar se le acerca. “Delisa, devuélvete. Rufino y las muchachas tuvieron un accidente. Vamos, que no hay vida, vamos a arreglar la casa”.

La angustia guardada durante horas se convirtió en gritos y llanto. Así, apura los pasos a su destino, la casa de Mercedes Reyes (doña Chea), madre de “las muchachas”: Minerva, Patria y María Teresa, que quedaba a pocos metros de su hogar, en Ojo de Agua, Salcedo (en el norte de República Dominicana, hoy provincia Hermanas Mirabal). Ve a poca distancia a Bélgica Adela Mirabal, mejor conocida como Dedé, hija de doña Chea y hermana de las que iban en un jeep junto a su marido.

“¡Miren a Delisa como ésta, también mató a su marido, lo mató!”, grita Dedé, de acuerdo a su propio testimonio recogido en sus memorias “Vivas en su jardín”.

Minerva tenía 34 años y dos hijos. Patria, 36 y tres hijos. María Teresa, 25 y una hija. Rufino de la Cruz tenía 37 años, los había cumplido nueve días antes, el 16 de noviembre. Tenía una hija de 10 años, Miledys, fue agricultor y chofer. El día antes había decidido, contra todas las advertencias, acompañar a las hermanas amenazadas por la sombra del dictador Rafael Leonidas Trujillo, a visitar a sus esposos presos en Puerto Plata.

Y murió con ellas.

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