Hamilton pilotó con el motor Mercedes a máxima potencia

Fue una demostración. De poder. Desde el pit lane hasta la cuarta posición. A solamente 0.8 del podio y 5.4 segundos de Sebastian Vettel. Tras el error en la clasificación del Gran Premio de Brasil 2017 en la curva de Laranjinha, Lewis Hamilton quiso agradecer con una gran remontada, el trabajo que los mecánicos de Mercedes habían ejecutado en su monoplaza.

Diez pilotos. Brendon Hartley, Lance Stroll, Marcus Ericsson, Pierre Gasly, Carlos Sainz, Nico Hulkenberg, Sergio Pérez, Fernando Alonso, Felipe Massa y Max Verstappen. Solamente Kimi Raikkonen en 71 vueltas, pudo frenar el demoledor avance del tetracampeón del mundo. «Tenía un buen coche para las últimas tres curvas antes de la recta de meta. Eso me salvó. Sabía que me estaba atacando con toda su potencia y el DRS. Miraba con demasiada frecuencia el espejo retrovisor», admitió el piloto de Ferrari sobre su duelo con el británico.

Precisamente los caballos del motor Mercedes fueron claves en el ascenso del W08 número 44. Tras el accidente en la Q1, la escudería de Brackley decidió incorporar el motor de combustión interna, turbocompresor y MGU-H que Hamilton estrenó en el Gran Premio de Bélgica 2017 y que se había reservado para el final de la temporada.

Una mejora de más de 10 caballos con respecto a la especificación anterior, que unido a la ya consecución de ambos Mundiales, hizo que los ingenieros de Mercedes diesen luz verde al piloto de Stevenage para conducir los 71 giros de la penúltima prueba del calendario con el mapa motor de máxima potencia que utilizan en la Q3.

«Ataqué por primera vez desde la primera hasta la última vuelta y conduje el motor tan fuerte como pude», reconoció Lewis Hamilton sobre su carrera en Interlagos. Una revelación que seguramente servirá como referencia a Renault, Ferrari y Honda en su intento por reducir la distancia con los alemanes en 2018. 

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