Por Kelvin Peralta Madera
Se aproxima la fecha de una nueva marcha convocada para este 26 de marzo, convocatoria hecha por el denominado “movimiento verde” cuyo objetivo es hacer que el Gobierno de una vez por todas aplique la justicia contra los actos de corrupción por parte de funcionarios públicos en perjuicio del Estado, o en palabras simples, que se actúe contra la impunidad.
Hemos vivido momentos traumáticos en el país a raíz de escándalos de corrupción en los que el Gobierno prácticamente se ha cruzado de brazos. Y lo interesante del caso es que como conejos que salen de sombreros mágicos cada semana nos topamos en los medios de comunicación con algún tipo de corrupción en perjuicio del Estado.
Es cierto que la corrupción de los funcionarios públicos no es reciente, sabemos que viene de cientos de años atrás; sin embargo, nada justifica que los actuales actores del sistema de justicia no tomen cartas en el asunto, ni mucho menos, que de manera descarada tenga la sociedad que soportar como se cometen delitos de cuello blanco y nada pasa.
El caso de Odebretch prácticamente ha puesto la tapa al pomo y ha rebosado la paciencia de los ciudadanos que preocupados vemos el descalabro de todo un sistema ante la inercia de aquellos que por conveniencia o quizás por complicidad hacen que nuestras leyes parezcan como dijo una vez un extinto ex Presidente de la República: “pedazos de papel”.
La demostración de concentración de este conglomerado de personas de la sociedad civil, de todos los colores, religiones y familias enteras demuestran claramente el sentir de la mayoría de la población.
El Gobierno se encuentra entre la espada y la pared con este movimiento esporádico, que ha sorprendido a todos incluso a los que estamos en la oposición política partidaria, nueva generación que entendemos claramente la importancia de que las instituciones funcionen y más aún, que la ley se aplique a todos por igual.
Estamos cansados de tantos “chivos sin ley” y de que cosas que en cualquier otro país se consideran “escándalos” en el nuestro se tome de chercha o relajo.
Esta vez la posición de la sociedad civil es más contundente que en antaño; la activación es evidente y la determinación de llegar a las últimas consecuencias también.
Y mientras continúa el festival de escándalos por corrupción, las tapaderas y la impunidad al desnudo, este 26 de marzo en Santiago el país se va a estremecer, te invitamos a que marches también junto a tantos hombres y mujeres que guardan esperanza en que de una vez y por todas en esta silvestre Nación se cumpla la ley sin distinción de personas ni de animales de metáfora, entre ellos “las vacas sagradas” aquellas que dizque no hay, pero que deambulan a la vista de todos y aún siguen fuera del establo.