Kelvin Peralta Madera
Estamos arrancando el año 2017 y es positivo mantener en alto el ánimo de los que al dar las 12 de la medianoche el 31 de diciembre hicieron claramente sus resoluciones o promesas para el año que comienza. La diferencia al fin y al cabo de tener los resultados o no va a depender de la consistencia y de la decisión firme de lograr el cometido, no obstante los obstáculos, que no son pocos, sobre todo cuando se toma la decisión de cambio.
Los gimnasios y los espacios abiertos ganan adeptos, especialmente en las primeras fechas de enero, los decididos a perder algunas libritas de más o para bajar la panza aquella llenan los centros para hacer ejercicio, aunque llegado febrero ya no son tantos los que se mantienen.
Por otro lado están las promesas de mejoría en el ámbito personal, familiar, espiritual, la recomposición o el arrancar de nuevo si se ha estado estancado, el nuevo año es un empujón, la línea de saque, el punto de partida hacia el cambio, hacia una nueva vida, un evento magnífico que muestra siempre una oportunidad y que como muchos dicen hará que éste, como muchos dicen “éste es el año”.
Lo que más me agrada de estas fechas iniciales es el optimismo que nos rodea, así como la capacidad de aguante y de reciclaje que tenemos los dominicanos; ya creo que realmente tenemos algo especial que nos hace siempre perseverar y estar alegres a pesar de las dificultades.
Y así como todas las resoluciones que nos podemos hacer en lo personal, tenemos que enfrentar y ver las resoluciones que también se hacen los que nos gobiernan, que dicho sea de paso en su mayoría son cumplidas, particularmente en el tema impositivo con el aumento que cada año hacen de algún impuesto para que recordemos que aquí vivimos y sin que nos brinden por otro lado alguna mejoría en los servicios públicos de salud o cualquier otra índole, muchos menos la oportunidad de reclamar o de que nos escuchen de forma efectiva.
Ya salieron los gurús economistas globales con los famosos informes que revelan índices de crecimiento que nos hacen punteros en las economías de la Región; por cierto, nadie sabe a ciencia cierta de dónde sacan esos datos, pero cada vez que comenzamos el año nuevo estamos mucho mejor según esos índices o libros.
Este es un año importante para nuestro País por muchas razones; tenemos expectativas de la conformación de las altas instancias del Poder Judicial y otros puntos importantes que incidirán en el futuro cercano. Nos esperan grandes retos, pero… por el momento, dirán algunos que estamos iniciando el Nuevo Año Criollo y no hay nada de qué preocuparse. Las promesas y Resoluciones están hechas, el año arrancó, lo demás es cuestión de tiempo ¿o no?