Cuba, Fidel y Donald Trump

 

Kelvin Peralta Madera

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Ha fallecido Fidel, el Comandante de la Revolución Cubana, uno de los íconos y remanentes de mediados de un siglo 20 pasado quien con su famoso traje de guardia verde olivo y mano firme, impactó al mundo asumiendo el estandarte y la expansión del socialismo en Cuba y en otros países de estas latitudes. Representante máximo de una ideología por demás fallida, con la que se mantuvo de pie hasta sus últimos días teniendo a Cuba junto con él en la Trinchera de la lucha eterna contra  el “Imperio Yankee” y que al final, en el siglo 21, en la Era de la información, del Facebook y demás redes sociales hacían más difícil justificar opresiones y sobre todo el cierre o limitaciones de la libertad de los ciudadanos de la Nación Cubana.

Se dieron todas las condiciones en la geopolítica para su permanencia y vigencia hasta el día de su fallecimiento y resulta incuestionable su legado. Queda a la historia su juicio y si su figura será recordada en la infamia o en la gloria. El tiempo dirá.

Los cambios en el mundo tardan de 50 a 100 años; en este momento, dando un vistazo a lo ocurrido en las elecciones de los Estados Unidos y con la muerte de Fidel, estoy convencido de que sí ocurre de esa forma; y no creo que sea por coincidencia, los ciclos se agotan y en una aldea global, el aislamiento no siempre da buenos resultados. El socialismo tuvo en Fidel su mejor exponente y en Cuba el laboratorio; una guerra ideológica contra los Estados Unidos cuyo fracaso hace tiempo fue expuesto.

Ahora Cuba se enfrenta a un nuevo destino, y aparenta que no va a ser de manos del socialismo; como se ven las cosas, entiendo que no tardará mucho para que el sistema democrático entre en el vecino país junto al capitalismo, de la misma forma como lo hizo en Rusia en la década de los 90 con las hamburguesas y coca cola al compás de la “Perestroika” pero ahora en español.

Son muchas las señales, y con tantas carencias no es para menos; la apertura reciente por parte de Raúl Castro en sus relaciones con los Estados Unidos movido por las dificultades de la economía, el fallecimiento del ícono del socialismo y la entrada al escenario de lo que presagia ser una nueva forma de hacer política en manos del nuevo Presidente Americano nos dan los ingredientes necesarios para llegar a esta conclusión. Pudiera estar equivocado, pero convencido de que el Presidente Trump (quien ha demostrado que nada hace al azar) en su cuenta de Twitter al pronunciarse respecto a la muerte de Castro y catalogarle de Dictador y de que oprimió a la nación Cubana por mucho tiempo, no da algunas muestras de lo que se avecina. ¿Y usted, que opina?