Sebastian Vettel tiene muy buenos recuerdos del circuito que albergará este fin de semana un nuevo gran premio de la F-1. Ese escenario no es otro que Hungaroring, donde el tetracampeón del mundo logró el año pasado su segunda victoria con Ferrari.
Este año, la empresa se antoja mucho más complicada. Ya que al margen de la superioridad habitual de Mercedes, los Red Bull siguen soplando en el cogote de los bólidos rojos.
El alemán, que marcha 5º en el campeonato, se muestra confiado de cara a la carrera de Hungría y espera sumar un resultado positivo para la ‘Scuderia’: «Tengo un dulce recuerdo de Budapest en 2015, cuando ganamos la carrera después de un comienzo fantástico. Creo que es un gran lugar para estar, hay muchos fans, bastantes de ellos hablan alemán, ya que viajan desde Alemania y Austria. Además, están todos los húngaros, que, por lo general, son muy entusiastas y están felices de que la Fórmula 1 esté en la ciudad».
En cuanto al trazado, Vettel afirma que será duro físicamente para los pilotos: «La pista en sí es relativamente corta y a menudo se la compara con Mónaco, sólo le hace falta los muros, pero hay muchas curvas, una gran recta y después una gran cantidad de curvas. No hay mucho tiempo para descansar en el medio. Esto hace que sea bastante difícil y físicamente es un gran reto para los pilotos, porque hace mucho calor y la pista está llena de baches, pero creo que, en general, es un lugar a donde nos encanta ir».