Tras el diluvio, Djokovic y Nadal debutan mañana en París

La lluvia constante de París en mayo (entre bruine y averses, de llovizna fina a pesados chubascos, y así todo el día), solo permitió que se terminaran nueve partidos en el primer y forzado domingo de Roland Garros. A media tarde, ya apeadas Lara Arruabarrena y Sara Sorribes, comenzaron las cancelaciones, Garbiñe Muguruza se quedaba para abrir hoy la Lenglen (11:00 horas) ante Schmiedlova y muy poco después se confirmaba un brutal programa de 66 partidos en 15 pistas para la jornada de hoy… donde también aparece la lluvia en los pronósticos.

Las obras de remodelación en Roland Garros han quitado cuatro pistas de juego, la gente ha de ir a entrenarse al Estadio Jean Bouin o al Bosque de Bolonia (entre abruptas medidas de seguridad)… y, con los callejones adoquinados de Roland Garros hechos unos arroyos, el consenso fue aplazar también a Novak Djokovic para que salga en la jornada de mañana, cuando parece que el temporal amaina: junto a ese Rafael Nadal Parera que debe cumplir 30 años el día de su teórica semifinal con Djokovic.

Novak Djokovic cumplía ayer 29 años. Hoy tenía que haber jugado con el taiwanés Hsun Lu. Pero las interrupciones y la saturación del programa le harán debutar mañana, el mismo día en que toca a Nadal ponerse frente a los misiles que son los saques (hasta a 263 km/h) del cañonero australiano Sam Groth: a quien aquí en París asesora Lleyton Hewitt, tras la reciente ruptura con su entrenador, Ben Mathias. “Con toda esta lluvia, voy a echar algunas semillas en la Chatrier y espero que para el martes haya crecido hierba”, ironizó un Groth que arrastra secuelas refl ejas de un nervio pinzado en el cuello y solo ha ganado dos partidos oficiales en 2016. Groth, titán australiano (1,96) de Nueva Gales del Sur entrena con Hewitt saque y juego de red. “Lo último que puedo permitir es que Rafa me mantenga al fondo de la pista y me lleve de lado a lado”, avanza Groth.

“La gente habla de que Nadal tiene un mal cuadro. Bien, pero Djokovic ve ahora que, para ganar Roland Garros, ha de vencer probablemente a Nadal y a Murray, uno detrás de otro. Como sabe lo difícil que sería eso, a Novak se le intuye nervioso”, dijo Mats Wilander después de que Djokovic ajustara la moción de saque ante Boris Becker: con gestos minuciosos e irritados. Ayer, Novak practicó con Bernie Tomic.

Con los cielos oscureciéndose y las pistas hechas un cenagal, los paraguas dibujaban acuarelas como de Matisse. Garbiñe Muguruza escapó de la marisma rojiza del Bosque de Bolonia en la berlina de Kei Nishikori, con quien Muguruza comparte agente en IMG. Muguruza, cuarta favorita, regresará hoy al tablero rojizo para entendérselas con Schmiedlova, en la Lenglen. El suyo será uno de los 66 partidos del lunes en el que verdaderamente arranca Roland Garros. En ninguno de ellos van los hombres a los que mira el torneo: Novak Djokovic y Rafael Nadal.

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